Los optometristas sabemos que examinar la agudeza visual y la refracción es muy importante, pero no es el único factor que se debe tener en cuenta para saber si un sistema visual es eficiente o no. Se examinan los movimientos oculares, el comportamiento de cada ojo de manera individual, la coordinación entre ambos ojos, el enfoque… es decir, se realiza una valoración de la eficacia visual: un examen visual completo que nos permite conocer si el sistema visual procesa la información correctamente.

Durante la exploración de la eficacia visual se valoran las habilidades visuales que hacen posible la entrada de información al cerebro. Si estas habilidades no funcionan correctamente, la persona empleará más energía de la necesaria para realizar tareas visuales y se reducirá su rendimiento (leer, escribir, conducir, deportes, rendimiento académico, etc.)

 

¿Qué se tiene en cuenta durante la valoración de la eficacia visual?

 

Superficie ocular

Se analiza si existe alguna anomalía a nivel de las estructuras oculares (córnea, esclera, conjuntiva, cristalino, pupilas, etc.) que deban ser valoradas por un especialista como oftalmólogo o neurólogo.

Agudeza visual

Es la capacidad que tiene nuestro sistema visual para identificar de una forma nítida los estímulos visuales o detalle de los objetos a una distancia y condiciones determinadas. Nos permite conocer el mínimo detalle que nuestro ojo es capaz de observar. Lo adecuado es tener una visión del 100%

Refracción

Cuando la agudeza visual se encuentra reducida, puede deberse a un problema de refracción: miopía, hipermetropía y/o astigmatismo no compensado.

Fijación visual

Capacidad para mantener la mirada fija en un estímulo visual. Si no se tiene una buena fijación visual, se presentan dificultades para mantener la atención visual.

Movimientos oculares

La motilidad ocular se evalúa como la habilidad de seguir un objeto en movimiento de forma precisa y como la capacidad de hacer saltos de fijación de forma rápida y precisa. Son movimientos imprescindibles en el deporte o para cambiar de línea en la lectura.

Integración central-periférica

Permite centrarse en la información relevante del entorno y obviar la que no lo es en ese momento. Sin ella, la persona se distraerá con más facilidad ante los estímulos de alrededor.

Enfoque

Es igual de importante que se pueda mantener el enfoque durante un tiempo prolongado, como que sea flexible y se puedan realizar cambios de visión en lejos o cerca de manera nítida y rápida.

Coordinación entre ambos ojos

La coordinación entre ambos ojos es fundamental para el cálculo de distancias y la apreciación de relieves y texturas. Cuando no existe una buena coordinación, pueden producirse síntomas como mareo, visión borrosa, dolor de cabeza, visión doble…

Vergencias o reservas fusionales

Las vergencias se utilizan cada vez que se cambia la mirada de lejos a cerca. La convergencia es la capacidad de mirar a un punto que está cerca y la divergencia a un punto que está lejos. Es muy importante que el cambio de una a otra sea rápido y sin esfuerzo.

Postura visual (forias/tropias)

Con ella conocemos la percepción subjetiva de la localización de los objetos que tiene la persona respecto a la localización real de los objetos en el espacio.

La foria horizontal es la tendencia que tiene los ejes visuales a desalinearse en el eje horizontal o en el eje vertical. Se mantiene la fusión de las imágenes.

La tropia o estrabismo es la desviación manifiesta de uno o ambos ejes visuales.